Donald Trump ha decidido abordar el conflicto nuclear con Irán mediante negociaciones diplomáticas, a pesar de la presión de Israel, que prefiere un ataque militar para frenar el avance del programa atómico iraní, liderado por el ayatolá Alí Khamenei.
Sin embargo, el expresidente estadounidense advirtió que no descarta una intervención militar si Irán no renuncia a la capacidad técnica para desarrollar armas nucleares. Según informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán está cerca de completar el ciclo de enriquecimiento de uranio necesario para fabricar al menos seis bombas.
Como parte del proceso diplomático, Estados Unidos e Irán llevaron a cabo una segunda ronda de negociaciones en la embajada de Omán en Roma, donde ambas partes mostraron avances. Esta semana se realizarán dos nuevas reuniones: una técnica en Mascate y otra entre el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el canciller iraní Abbas Araghchi.
Las negociaciones siguen un formato indirecto, con el canciller de Omán, Badr Al-Busaidi, como mediador entre ambas delegaciones.